miércoles, 27 de julio de 2011

Todo el mundo pone y nadie quita.

Recientemente el  programa informático con el que trabajamos en las consultas de Atención Primaria de toda Canarias ( DRAGO) ha empezado a mostrar mensajes en la pantalla inicial (en gran tamaño por cierto) indicándonos si el paciente está polimedicado, entendiendo por ello si tiene más de 75 años (la edad se irá reduciendo en años sucesivos) y tiene activos más de diez fármacos en su cartilla de tratamiento crónico.
Se emite también un aviso de las posibles interacciones entre los fármacos que utiliza, e informa si tiene prescrito alguno de baja utilidad terapéutica (UTB).

En principio, esto debe ser de una ayuda.

La pega fundamental que yo veo es que este programa informático no es el mismo que se utiliza en el Servicio de Urgencias Hospitalario (ellos tienen uno diferente), ni tampoco el que se usa en el Hospital por el resto de especialistas (no estoy seguro de si ya están utilizando alguno, pero la idea es que así fuera, aunque sería diferente al nuestro ???).
Eso por no hablar de las prescripciones "externas" al Servicio Canario de Salud, es decir médicos privados, concertados o médicos de las residencias.

Total, que TODO EL MUNDO PONE (PONEMOS) Y NADIE QUITA


A propósito de este tema os traemos hoy  el documento publicado por El National Prescribing Centre (NPC) británico titulado Estrategias para una prescripción más segura.
En él se aborda la problemática relacionada con los errores de medicación y la iatrogenia farmacológica.
Aunque en principio va dirigido a los médicos de la atención primaria, es perfectamente válido para todos los niveles de asistencia sanitaria.


Este documento recoge el DECÁLOGO para una prescripción más segura, que ha resumido y traducido  Cecilia Calvo en el blog  El Comprimido:

1. Mantén al día tus conocimientos sobre terapéutica, especialmente en la que afecta a las patologías que presentan tus pacientes con mayor frecuencia.

2. Antes de prescribir, asegúrate de tener toda la información que necesitas saber sobre el paciente, incluidas las comorbilidades y las alergias.
 
3. Antes de prescribir, asegúrate de tener toda la información que necesitas saber sobre el medicamento que vas a seleccionar, incluyendo las posibles reacciones adversas y las interacciones.
 

4. A veces, el riesgo asociado al medicamento que vas a prescribir es mayor que los posibles beneficios, de modo que antes de hacerlo, piensa: “¿es realmente necesario prescribir este medicamento?”. 

5. Debes comprobar las alertas que te ofrezca tu sistema de prescripción electrónica; si no lo haces, podrías no enterarte de alergias a fármacos o de la existencia de interacciones clínicamente relevantes.
 

6. Repasa las prescripciones antes de firmarlas para detectar posibles errores.
 

7. Implica a los pacientes en las decisiones relacionadas con su tratamiento y ofréceles la información que necesiten para la administración correcta de los medicamentos, para que puedan reconocer las reacciones adversas importantes en caso de que las sufran y para que sepan cuándo deben volver al médico para el seguimiento y/o revisión del tratamiento.
 

8. Asegúrate de que al paciente se le realizan las pruebas complementarias necesarias para el seguimiento de la efectividad y seguridad del tratamiento farmacológico y de que éstas se realizan con las técnicas e intervalos apropiados.
 

9. Asegúrate de que, cuando renuevas la prescripción, no lo haces de manera automática, sino que lo haces conscientemente y teniendo presentes todas las advertencias de seguridad.
 

10. Procura que haya una buena comunicación entre los diferentes médicos que tratan al paciente en lo que respecta a su tratamiento farmacológico, con el fin de evitar malentendidos o errores y poder así conciliar la medicación.


Un toque de humor para terminar ...







Raúl Soriano Carceller (MFyC C.S Tías).

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