La hemorragia subconjuntival o hiposfagma es un acúmulo de sangre subconjuntival producido por la rotura de un pequeño vaso de los plexos de la superficie anterior.
El ojo aparece rojo sin que habitualmente haya ningún otro síntoma.
El paciente descubre la hemorragia al mirarse al espejo o cuando alguien se lo dice.
En casos en el que el sangrado es más importante puede haber alguna molestia como escozor, sensación de cuerpo extraño o dolor.
Se desconoce su origen y habitualmente aparece de forma espontánea.
Es posible que exista una mayor proporción de hipertensos entre los pacientes con hiposfagma.
Con poca frecuencia es secundaria a un traumatismo y muy raramente puede asociarse a anticoagulación oral, tos paroxística o discrasias sanguíneas.
No precisa tratamiento alguno, si existieran molestias podrían tratarse con lágrimas artificiales.
Evoluciona, al igual que cualquier otra equimosis, hacia la desaparición espontánea, en unas 2 ó 3 semanas.
Es cierto que existen diferencias en distintos libros (tanto de Urgencias como de Oftalmología) en relación con la etiología y la forma de afrontar a pacientes con esta patología.
En algunos de estos textos se aboga por iniciar estudios para detectar discrasias sanguíneas y otros consideran la aparición de hiposfagma como predictiva de HTA, aunque lo más habitual es la tendencia a orientar hacia la benignidad, hacia la etiología espontánea (el 95% de las equimosis espontáneas son de causa desconocida, siendo también posible las secundarias a maniobras de Valsalva, golpes de tos, ... y solo un pequeño porcentaje, fundamentalmente si son recidivantes, pueden ser consecuencia de discrasias sanguíneas) y hacia no tratar y tranquilizar al paciente.
Es cierto que existen diferencias en distintos libros (tanto de Urgencias como de Oftalmología) en relación con la etiología y la forma de afrontar a pacientes con esta patología.
En algunos de estos textos se aboga por iniciar estudios para detectar discrasias sanguíneas y otros consideran la aparición de hiposfagma como predictiva de HTA, aunque lo más habitual es la tendencia a orientar hacia la benignidad, hacia la etiología espontánea (el 95% de las equimosis espontáneas son de causa desconocida, siendo también posible las secundarias a maniobras de Valsalva, golpes de tos, ... y solo un pequeño porcentaje, fundamentalmente si son recidivantes, pueden ser consecuencia de discrasias sanguíneas) y hacia no tratar y tranquilizar al paciente.
Parece razonable eso sí realizar una toma de TA en estos pacientes ante la posibilidad de detectar una HTA.
Aprovechamos esta entrada para repasar algunos otros conceptos de Oftalmología:
- Hipema: presencia de sangre en la cámara anterior del ojo.
- Hipopión: existencia de pus en la cámara anterior del ojo
Raúl Soriano Carceller (MFyC C.S Tías).
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