Este refrán popular proviene de la expresión latina "Barbam propinqui radere, heus, cum videris, prabe lavandos barbula prudens pilos" (cuando veas afeitar la barba de tu vecino, ten la prudencia de poner la tuya a remojar).
Los barberos acostumbraban a remojar la barba del cliente con agua caliente para facilitar el afeitado. Así, mientras estaban cortando la barba a un cliente, iban preparando al siguiente en ser afeitado.
De aquí proviene la expresión, que viene a indicar que si acontece alguna desgracia a quienes son de nuestra condición y trato, debemos temer que otro día puede sucedernos a nosotros y, por tanto, estar prevenidos para que el golpe no sea tan fuerte.
Igual os preguntáis a qué vine todo esto. Me extrañaría, pero lo mismo hay alguno despistado y no se ha enterado de los movimientos que están ocurriendo en la sanidad madrileña.
Si es así, lo mejor es terminar la entrada con este vídeo e ir a calentar agua.
Si es así, lo mejor es terminar la entrada con este vídeo e ir a calentar agua.
PD: nuestro apoyo para los compañeros del blog Salud y otras cosas del comer. Una lástima. Que poco sentido del humor ( y de sentido común).
Aquí dejamos este enlace para el que le interese cómo se las gastan algunos por ahí: Salud y otras cosas del comer no necesitan censuras.
Raúl Soriano Carceller (MFyC C.S Tías).
me alegro mucho de tu vuelta, aunque por poco tiempo se te echó de menos, ánimo ZONA DE SALUD DE OFRA
ResponderEliminarMuchas gracias.
ResponderEliminarRaúl.