lunes, 30 de julio de 2012

Lesiones producidas por animales marinos.

Vivimos en una isla y los accidentes producidos por el contacto con animales marinos son relativamente frecuentes.
A pesar de ello, o por ello, no es nada raro escuchar un montón de "remedios caseros" para afrontar estas situaciones. Algunos son, como mínimo, poco higiénicos. Por no decir otra cosa.
Igual nos llaman raros, pero hemos preferido recurrir a los libros ("Manual de Protocolos y Actuación en Urgencias. Hospital Virgen de la Salud -Toledo-), y a algunos compañeros de los que más saben (Rosa Taberner y su blog Dermapixel), para tratar de aportar unas soluciones algo más científicas al tema.
Nos centraremos fundamentalmente en lo que es más habitual encontrarnos: peces araña y medusas (aunque hagamos una pequeña mención también a otras especies).


* Traquínidos (arañas de mar, peces araña),  y escorpenas.
- Las especies más características son: el pez escorpión (trachinus draco), el pez víbora (trachinus vípera), el rascáceo (scorpena porcus), y el cabracho (scorpena scrofa).

Trachinus draco


Scorpena scrofa


- La mayoría se encuentran semienterrrados en fondos arenosos. Al pisarlos o manipularlos puncionan e inoculan la toxina.
- Las lesiones más habituales se producen por tanto en manos y pies.
- Mayor peligro si la picadura afecta zonas muy vascularizadas.
- La toxina puede permanecer horas activa en el pez ya muerto.
La toxina es termolábil.
- La picadura produce dolor local muy intenso irradiado al resto de la extremidad, que puede durar ente 2 y 24 horas.
- Edema progresivo durante las siguientes 24-48 horas.
- Es posible que persistan molestias locales durante semanas .
- Puede aparecer clínica vegetativa acompañante (nauseas, vómitos, hipotensión, hipertermia), y raramente otros síntomas sistémicos como convulsiones o arritmias cardíacas.
 La anafilaxia es excepcional.
- Tratamiento: limpieza y desinfección de la herida con suero salino (o agua del mar); extracción de los restos de espina si los hubiera; inmersión de la zona de la picadura en agua tan caliente como el paciente pueda tolerar (45-60 ºC) durante 30-60 minutos (si la zona no pude sumergirse, usar paños de agua caliente, cambiándolos cada minuto).
Contraindicado el torniquete y la incisión y succión de la herida con objeto de extraer el tóxico (aumentan el riesgo de complicaciones vasculares y de infección).
Analgésicos convencionales.
Si fuera necesario por intenso dolor se podrían realizar infiltraciones con un anestésico local en los contornos de la herida.
Profilaxis antitetánica si la precisara.
Cobertura antibiótica (valorar tópica o vía oral).
Los antihistamínicos y los corticoides no han demostrado eficacia salvo en casos de anafilaxia (opinión controvertida, algunos autores defienden que ayuda a controlar el edema y el prurito).

- En el caso de los escorpénidos el veneno es menos intenso que el del pez araña, y también lo será la clínica. La toxina es igualmente termolábil (50-60 ºC). Misma manera de actuar.

Para acabar esta parte os dejamos el siguiente enlace a un artículo sobre el tema: La picadura del pez araña.    



* Medusas.
- Varias especies, pero destaca la Physalia physalis (carabela portuguesa).

Physalia physalis (carabela portuguesa).
- Poseen tentáculos con unos orgánulos que contienen un nematociste o filamento arponado que se proyecta e inocula en la piel un tóxico urticariforme (ante cualquier presión, contacto o cambio de osmolaridad).
- Los tentáculos de las medusas muertas siguen siendo urticantes.
- Las lesiones no suelen ser graves.
- La clínica incluye dolor intenso y prurito local con lesiones lineales o serpiginosas, con halo eritematoso, a veces papuloso o vesicular. 


- Es poco frecuente la aparición de síntomas sistémicos como hipotensión, vómitos, cefalea, espasmos musculares, arritmias cardíacas o anafilaxia. Más riesgo de ello si se han producido producido picaduras múltiples o en personas sensibilizadas.
- Pueden quedar cicatrices o discromías en las zonas afectadas.
- Tratamiento: 
Separar los nematocistos (apenas visibles) de la piel del paciente. Precaución para evitar lesionarnos en ese procedimiento.
Aplicar ácido acético al 5% (vinagre) o alcohol isopropanol al 40-70%, o amoniaco diluido con agua del mar 50%, o en su defecto pude emplearse agua del mar .
No se aconseja limpiar la zona de la picadura con agua dulce, etanol o bebidas alcohólicas, aceite, gasolina, toallas, arena u orina. Irritan más las células urticariformes y podrían aumentar las lesiones (el cambio de pH pude activar más nematocistos y producir aún más dolor).
Eliminar los restos con unas pinzas o mejor con un raspado de la piel (afeitado, filo de cuchillo).
Aplicar frío sobre la zona afectada durante 15 minutos (bolsa de hielo). Si el dolor persiste, aplicar de nuevo frío durante otros 5-15 minutos.
Posteriormente se pueden aplicar corticoides tópicos (si no hay solución de continuidad).
Si hay una herida, usar antisépticos y antibióticos tópicos para prevenir infecciones.
Antihistamínicos  orales para contrarrestar el prurito.
Profilaxis antitetánica si se precisara.
Fotoprotección.




Un par de cosas sobre anémonas y actinias. 
Son menos tóxicas que las medusas, mismo tratamiento que para ellas.



Terminamos con los equinodermos (erizos de mar).
Las heridas por púas de erizo son muy dolorosas.
Las púas suelen fragmentarse quedando en el interior de los tejidos.
Aunque lo normal es que terminen de disolverse, pueden dar lugar a granulomas.
Se puede intentar retirar con una aguja (hipodérmica), aunque es difícil al fragmentarse con facilidad.
Aplicar fomentos con vinagre, o hidratante (vaselina) hasta que la púa sea expulsada.
Antisépticos y antibióticos tópicos.
Profilaxis antitetánica si se precisara.




María del Mar Sánchez Gómez (MFyC C.S Valterra).
Raúl Soriano Carceller (MFyC C.S Tías).


No hay comentarios:

Publicar un comentario