lunes, 19 de diciembre de 2011

Diabetes y viajes (II).

Como os decíamos, citamos de nuevo a la paciente unos días después y buscamos respuestas a las preguntas planteadas.
No ha sido fácil pero, como en numerosas ocasiones, encontramos una tabla de salvación en la revista Actualización en Medicina de Familia (AMF), que dedicaba en Mayo del 2011 un monográfico a la Atención al Viajero (Viajeros con necesidades especiales. Marta Cereceda Ferrés. Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. EAP. Roda de Ter).
Además hemos utilizado este otro artículo, del que os dejamos el enlace por si lo queréis consultar: Manejo de la diabetes durante un viaje intercontinental.





Los viajeros con diabetes pueden realizar con seguridad viajes largos, tomando siempre algunas precauciones.
Algunas de estas precauciones son comunes a todos ellos, y otras  serán más específicas en función del tratamiento que sigan.

Antes del viaje, deben acudir a su médico de atención primaria, para obtener medicación y tiras reactivas suficientes, así como un informe en el que se especifique si es necesario efectuar controles de glucemia durante el viaje y las medicinas necesarias a transportar en el equipaje de mano. 
Esto evitará problemas para pasar los controles de seguridad. 
La insulina no se deteriora por llevarla en el equipaje de mano y, en cambio, sí puede hacerlo en la bodega del avión debido a las bajas temperaturas que allí se alcanzan.

Imprescindible ir provisto de medicación oral para todo el viaje (y algo más), ya que no en todos los países se encuentran todos los antidiabéticos. 
Llevar también tiras de glucemia en mayor cantidad de la que se use de forma habitual (serán necesarias más determinaciones). 
Y claro, no olvidar lancetas ni comprobar la batería del glucómetro.
Puede ser necesario enseñar al paciente el uso de insulina rápida para que la utilice en caso de descompensación (y por tanto, si no la usaba previamente, también debemos prescribirsela para el viaje).
Por último, debe llevar un kit de emergencia de glucagón.
Y terrones de azúcar, o snacks para hacer frente a una hipoglucemia.

Si viaja acompañado, la persona o personas con las que lo haga deben saber actuar ante una hipoglucemia, detectando los síntomas y actuando en consecuencia en función de la gravedad de la situación (desde administrar azúcar vía oral hasta inyectarle glucagón en los casos en los que no se posible la ingesta, buscando asistencia médica inmediata).
Si viaja solo, comunicar a algún responsable su situación de diabético y las acciones a tomar ante un problema.



Todo lo indicado anteriormente serían medidas generales. Ahora nos vamos a centrar en situaciones más específicas.

- En los viajes intercontinentales de norte a sur no hay que hacer ningún ajuste especial (no se cruzan husos horarios).
- En los viajes este-oeste, los viajeros en tratamiento con antidiabéticos orales deben tomarlos tal y como lo hagan habitualmente siguiendo el horario local. 
Eso sí, monitorizar la glucemia de forma más frecuente de lo habitual es esencial para su seguridad.
- En los viajes de este-oeste en los que se crucen menos de 5 husos horarios no son necesarias modificaciones ni en los horarios de administración ni en las dosis de insulina.
- Sí son necesarias si se cruza más de 5 husos de horarios.
- Dichas modificaciones tienen que ser diferentes en función de que el viaje se realice hacia el oeste (se alarga el día y se necesitará más insulina) o hacia  el este (el día se acorta y las necesidades de insulina disminuyen).
- Vamos a intentar explicar paso a paso las pautas de administración de insulina (en regímenes de una sola dosis, o de dos dosis) tanto si se viaja de este a oeste, como si se viaja en sentido contrario.




Si se cruzan seis o más zonas horarias en dirección este.

- Regímenes de una sola dosis de insulina al día:
El día de la salida administrar la dosis habitual antes del desayuno.
La primera mañana en destino, antes del desayuno (hora local), administrar 2/3 de la dosis habitual (se reduce la dosis al no haber pasado 24 horas desde la anterior, reduciendo de esta manera el riesgo de hipoglucemias).
A la hora de la cena, que han pasado 10 h del desayuno, hay que determinar la glucemia: 
a) si es inferior o igual a 240 mg/dl, no administrar insulina hasta la mañana siguiente, en la que se indica al paciente que se ponga su dosis habitual.
b) si es mayor de 240 mg/dl, se administra 1/3 de la dosis habitual, recuperando el segundo día en destino su tratamiento habitual.

- Regímenes de dos dosis de insulina al día:
El día de la salida administrar las dosis habituales antes del desayuno y cena.
La primera mañana en destino, antes del desayuno (hora local), administrar 2/3 de la dosis habitual matutina (se reduce la dosis al no haber pasado 24 horas desde la anterior, reduciendo de esta manera el riesgo de hipoglucemias).
A la hora de la cena, que han pasado 10 h del desayuno, hay que determinar la glucemia: 
a) si es inferior o igual a 240 mg/dl, administrar la dosis nocturna habitual de insulina.
b) si es mayor de 240 mg/dl, indicar administrar además de la dosis habitual nocturna 1/3 de la dosis habitual de la mañana que no se puso.
La mañana siguiente se administrarán ya las dosis habituales.

Los pacientes que utilicen insulina rápida antes de las comidas, deben seguir las pautas habituales según el horario local de comidas.



Si se cruzan seis o más zonas horarias en dirección oeste.

- Regímenes de una sola dosis de insulina al día:
El día de la salida administrar la dosis habitual antes del desayuno.
Durante el vuelo comer al mismo tiempo que los demás pasajeros.
Determinar la glucemia cada 6 h.
Si el paciente usa suplementos de insulina rápida antes de la comidas debe administrárselos según las pautas habituales.
Al cabo de 18 horas de la dosis de insulina de la mañana, tanto si se ha llegado a destino como si se permanece en vuelo, se debe determinar la glucemia:
a) si es inferior o igual a 240 mg/dl, no administrar insulina hasta la mañana siguiente en que se pondrá ya la dosis habitual a la hora local del desayuno aunque hayan pasado más de 24 horas.
b) si es mayor de 240 mg/dl, se administra 1/3 de la dosis habitual seguido de una comida ligera.
La mañana siguiente ya se administrará la dosis habitual.

- Regímenes de dos dosis de insulina al día:
El día de la salida administrar la dosis habitual antes del desayuno y no ajustar la hora del reloj.
A la hora que correspondería la cena según el horario de casa (aproximadamente 10-12 h después), administrar la dosis habitual nocturna seguida de una comida ligera.
Al cabo de 6 h de esta segunda dosis (que corresponden a las 18 h de la primera), hay que determinar la glucemia y si es mayor de 240 mg/dl, se administrará 1/3 de la dosis habitual de la mañana.
La mañana siguiente se administrarán ya las dosis habituales.





Sí, ya sabemos que puede parecer imposible hacerlo bien, pero sentándonos con un papel en blanco delante y los horarios del viaje, poco a poco se puede completar el puzzle y explicárselo después al paciente.
De esa manera lo planteamos nosotros y, entre los dos artículos mencionados y una consulta telefónica con uno de los Endocrinos (gracias desde aquí), lo conseguimos (o eso creemos).
La paciente se irá para México con las indicaciones por escrito tanto para la ida como para la vuelta. 
Y nosostros cruzamos los dedos para que lo haya entendido lo mejor posible.

La mayoría de la información que encontramos indica consultar al endocrinólogo otras situaciones más complejas (pacientes que se administran más de dos dosis de insulina, usan bombas de insulina, ...).



Mª del Mar Sánchez Gómez  (MFyC C.S Valterra).
Raúl Soriano Carceller (MFyC C.S Tías).

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