Esta iniciativa, habitual en otros sitios, poco frecuente en Canarias y nueva en Lanzarote, comenzó con una ilusión y unos objetivos. Pasados los meses, la ilusión se
ha ido apagando y los objetivos no se han cumplido.
Nos hemos propuesto evitar una última entrada llena de reproches que empañe lo bueno que tenga el
trabajo realizado.
Pero sí decir que el sentimiento que predomina es
el de decepción.
No se pretendían felicitaciones, reconocimientos, medallas, ni palmaditas en la
espalda. Solo un poco de entusiasmo y haber despertado algo más de interés. Lamentablemente, no lo hemos percibido.
Por lo
visto, esto es lo que hay.
El blog
no desaparece, pues sería una pena perder lo hecho hasta la fecha. Lo hibernamos, lo que permite mantener las relaciones con compañeros de toda España (y de
fuera). Y seguir aprendiendo de ellos como hasta ahora.
Y para terminar, en el capítulo de agradecimientos, no querríamos olvidar a quienes nos han prestado su colaboración (de forma completamente desinteresada), a las personas que se han asomado alguna vez por aquí (esperando haberles servido de ayuda), a los organismos externos independientes que nos han ido acreditando (lo que nos hace irnos con la cabeza alta y la satisfacción del trabajo bien hecho), y, en un plano más personal, gracias sobre todo a mi familia. A ella le he robado tiempo durante estos meses, tiempo que mirado ahora con cierta perspectiva no parece haber merecido la pena.
Lo dicho, esto es lo que hay. Punto y aparte.
Y para terminar, en el capítulo de agradecimientos, no querríamos olvidar a quienes nos han prestado su colaboración (de forma completamente desinteresada), a las personas que se han asomado alguna vez por aquí (esperando haberles servido de ayuda), a los organismos externos independientes que nos han ido acreditando (lo que nos hace irnos con la cabeza alta y la satisfacción del trabajo bien hecho), y, en un plano más personal, gracias sobre todo a mi familia. A ella le he robado tiempo durante estos meses, tiempo que mirado ahora con cierta perspectiva no parece haber merecido la pena.
Lo dicho, esto es lo que hay. Punto y aparte.
Raúl
Soriano Carceller (MFyC C.S Tías).