La hemorragia subconjuntival o hiposfagma es un acúmulo de sangre subconjuntival producido por la rotura de un pequeño vaso de los plexos de la superficie anterior.
El ojo aparece rojo sin que habitualmente haya ningún otro síntoma.
El paciente descubre la hemorragia al mirarse al espejo o cuando alguien se lo dice.
En casos en el que el sangrado es más importante puede haber alguna molestia como escozor, sensación de cuerpo extraño o dolor.
Se desconoce su origen y habitualmente aparece de forma espontánea.
Es posible que exista una mayor proporción de hipertensos entre los pacientes con hiposfagma.
Con poca frecuencia es secundaria a un traumatismo y muy raramente puede asociarse a anticoagulación oral, tos paroxística o discrasias sanguíneas.
No precisa tratamiento alguno, si existieran molestias podrían tratarse con lágrimas artificiales.
Evoluciona, al igual que cualquier otra equimosis, hacia la desaparición espontánea, en unas 2 ó 3 semanas.